CUIDADOS DE LOS RECIÉN NACIDOS
La llegada del bebé significa que vamos a tener que aprender cómo funciona nuestro bebé a marchas forzadas y mediante nuestra propia experiencia, aunque hay algunas pautas básicas en los cuidados de los primeros días.
BAÑO
Los bebés no se suelen bañar durante las primeras 24 horas, dejando que absorban las propiedades del vérnix caseoso, la capa blanca mediante la que vienen envueltos al nacer.
A partir del segundo día, se puede bañar al bebé y se puede hacer con mayor o menor frecuencia. Es decir, los bebés no se suelen ensuciar como para bañarlos a diario, pero puede que les relaje para dormir y se desee hacerlo a diario. Una buena medida son los baños a días alternos.
Hasta los 3 meses, se puede bañar en agua estanca (tipo bañera) en un baño rápido, menos de 5 minutos, para que no se enfríe o reseque la piel, que es más delicada y fina en los primeros meses. Después, se les puede dejar más tiempo disfrutando y jugando en el agua.
El agua debe estar tibia, para comprobar que la temperatura sea la ideal, bastará con meter el codo o la muñeca, donde la sensibilidad es mayor, o medirlo con termómetro, sabiendo que la temperatura ideal está en 36º aproximadamente.
Mejor evitar las esponjas, incluso las de fibras naturales, porque es un elemento que se queda húmedo y donde se crean microbacterias con facilidad.
El jabón debe ser de pH neutro, porque es el más respetuoso con la piel del bebé. Y si se baña todos los días al bebé, puede hacerse un día con jabón y otro sin.
El orden adecuado de limpieza del bebé es empezar por zonas limpias y terminar con zonas sucias, es decir, limpiar cabecita, cuerpo y piernas, y terminar con genitales, cordón y ano.
La piel del bebé es muy fina y sensible, así que no es necesario frotar para limpiar ni para secar.
Para terminar, secar bien los pliegues para que no queden húmedos y se irriten. Y aplicar crema, solo si la piel está más seca. No necesitan hidratación extra, aunque los masajes con un poco de aceite o crema suelen ser placenteros y se relajan.
CURA DEL CORDÓN
El cordón suele caer entre 5 y 18 días después del nacimiento. El cordón debe lavarse a diario con agua y jabón, nunca con alcohol o clorhexidina, como se indicaba antiguamente, porque está demostrado que humedece el cordón y cuesta más en secarse y caer.
Es mejor dejar el cordón fuera del pañal para que no se humedezca cuando el bebé haga pipí.
Lo ideal es poner una gasita que proteja el cordón y cambiarlo con cada cambio de pañal, para prevenir que se haya manchado de pipí.
CAMBIO DE PAÑAL
La limpieza del cambio de pañal con agua y jabón es la más recomendada, pero no es la más práctica, por lo que las toallitas de mayor porcentaje de agua puede ser una buena solución.
La crema del pañal no se recomienda con cada cambio de pañal, solo cuando la piel esté enrojecida, que suele ser consecuencia de haber estado más tiempo en contacto con el pipí o la caca. La pasta al agua es más densa y la opción recomendada por pediatras.
UÑAS
Las uñas de los bebés son cuchillos afilados que siempre les dejan la cara marcada. Las manoplas no son la solución.
Las tijeras de punta redonda son una opción para cortar las uñas, pero las uñas están muy pegadas a la piel y es fácil cortarles, por lo que nuestra recomendación es usar limas, que es más seguro hasta que se endurezcan las uñas y se separen de la piel.
PARA DORMIR
Los saquitos para dormir puede ser la opción más segura. Abrigan y no hay peligro a que se tapen la carita. Los bebés no tienen que estar más abrigados que nosotros, como mucho, una capita más.
Dicho esto, los cuidados más importantes son los besos, los abrazos y la piel con piel, para desarrollar el apego y el mejor vínculo con el bebé.
Kids Health explica estos cuidados y algunos más, por si quieres seguir leyendo, te dejamos esta guía.