LAS CRISIS EN LA LACTANCIA

LAS CRISIS EN LA LACTANCIA

La lactancia materna es la alimentación del bebé de la forma más natural y tradicional, con el mejor aporte de inmunidad para el bebé y otra vía para potenciar el vínculo del bebé con la mamá. Pero la lactancia materna también es sacrificada, no entiende de horarios, y complicada, por las crisis asociadas a la misma.

Existen crisis de lactancia identificadas a los 15 días, mes y medio, tres meses, etc. pero yo creo que además de estas crisis que se basan sobre todo en la adaptación de la producción, lo que atravesamos son momentos críticos, que ponen en juego la lactancia, su continuidad y nuestra confianza en la lactancia en sí y en nosotras mismas.

¿Cuáles fueron nuestros momentos más críticos?

PRIMER CONTACTO CON LA LACTANCIA

En el momento de la llegada del bebé, ya se debe haber decidido si se va a realizar lactancia materna, y si es el caso, será la matrona quien ayude en ese primer contacto. El bebé nace con cierto instinto, pero se suele requerir de ayuda para el enganche.

Este suele ser uno de los momentos críticos, porque no siempre es fácil el enganche, puede que por el tipo de parto u otros motivos el calostro tarde en salir y el bebé llore o se desespere, y pueden pasar horas hasta que se solucione.

  • NUESTRA EXPERIENCIA:

Baby O nació hambrienta y ya se enganchaba sola al brazo de papi. Así que con la ayuda de la matrona, llegando a la habitación después del parto, en la postura de crianza, hizo un agarre bueno y fácil, y así siguió en los días consecutivos.

  • RECOMENDACIÓN:

El momento inicial es crucial, por lo que recomiendo llegar a él bien informada previamente. Yo recurrí a libros sobre lactancia, talleres de La liga de la leche, algunas cuentas de matronas o sobre lactancia de Instagram y pidiendo ayuda en el hospital a la matrona, enfermeras de planta y a las pediatras, con fin de asegurarme de que lo estaba haciendo bien y tener toda la información posible. Estos son LOS 3 PILARES DE LA LACTANCIA MATERNA – La Vida Entre 2.

El mejor aprendizaje lo da la paciencia, la confianza (pensar que lo haces bien y confiar en nuestro cuerpo y en nosotras mismas) y muuuucha práctica (teta, teta, teta – el bebé tendrá que pasar muchas horas en el pecho). Bueno, y por supuesto, muchos oídos sordos a los mil comentarios sobre falsos mitos y antiguas frases (no tienes leche, pechos pequeños, pechos demasiado grandes, leche aguada, etc.), la humanidad ha llegado hasta el día de hoy amamantando.

SUBIDA DE LA LECHE

Los primeros días tras el parto el bebé estará alimentado por el calostro, el oro líquido (por sus propiedades y su color amarillento, pero a los tres días, aproximadamente, tras el parto y dependiendo de cada mamá, llegará la subida de la leche. Ahora sí, la leche de color blanco y con diferentes propiedades.

El pecho se suele poner muy duro, muy hinchado y con dolor. Es el momento en el que sabes que ha llegado la subida de la leche. La leche sale con dificultad por la hinchazón y a veces, al bebé le cuesta más la succión.  

  • NUESTRA EXPERIENCIA:

A mí me pasó el tercer día, más o menos, 72 horas tras el parto. Recién llegados a casa, tras salir del hospital, empecé a notar ese cambio en el pecho. Lo consulté con una asesora de lactancia de la liga de la leche con la que estuve antes del parto, en una jornada online, y me confirmó que era la subida de la leche y los pasos a seguir. Tardé horas en volver al estado normal o el que iba a ser normal en las siguientes semanas con subidas de leche notorias.

Es importante gestionar bien la subida de la leche para no arrancar la lactancia con obstrucciones ni mastitis.

  • RECOMENDACIÓN:

La recomendación para aliviar los síntomas y seguir con la lactancia es aplicar hielo en el pecho y después un paño mojado con agua caliente, antes de cada toma. Ese contraste ayuda a que el pecho se ablande y la leche fluya, facilitando así su salida cuando el bebé succiona. También resulta útil sacar un poco de leche para que no esté tan terso y ayudar al bebé en el agarre y la succión. La extracción puede ser manual, masajeando el pecho desde la axila hasta el pezón o directamente con sacaleches. Y los masajes durante el amamantamiento ayudan al bebé para que salga la leche.

PERDIDA DE PESO EN LOS PRIMEROS DÍAS

Todos los bebés suelen perder peso los primeros días de vida. Esto suele ser debido a que eliminan el exceso de líquido corporal con el que nace (líquido amniótico que ha estado ingiriendo antes de nacer), expulsión del meconio, normalmente no comen a penas las primeras 24 horas de vida, etc. Esta perdida de peso no debe ser más del 10% del peso con el que nació, porque sino habría que tomar medidas que ayuden a incrementarlo: como suplementar las tomas con leche materna extraída o leche de formula. Y se puede ofrecer al bebé de diferentes formas, como con biberón (no muy recomendado por la posibilidad de que confunda al bebé en la succión y prefiera esta opción más sencilla que la succión del pecho), dedo jeringa, con cucharita, etc.

Esta suele ser una de las primeras preocupaciones que vivimos los padres tras la llegada del bebé.

  • NUESTRA EXPERIENCIA:

Baby O pesó 3,370kg al nacer y fue perdiendo peso durante la primera semana, aunque empezó a recuperar pronto y no pasó el 10% de pérdida. Una de las pediatras que vio a Baby O. en la primera revisión nos recomendó suplementar con leche materna y advirtió que, si no recuperaba el peso inicial pasados 5 días, habría que darle un complemento de leche de fórmula. En ese momento, me vine un poco abajo y afloró un sentimiento de culpa, pensando en que no lo estaba haciendo bien o no la había puesto todas las veces necesarias en el pecho, y aunque a veces es inevitable pensar así, no es culpa nuestra, es algo natural en los recién nacidos.

Empecé a sacar la leche restante de cada toma, ya fuese de día o de noche, y ofrecérsela con el método dedo jeringa, para evitar la confusión de succión con el biberón y poder mantener la lactancia materna.

Cada día íbamos a la misma farmacia para comprobar el peso y cada día iba cogiendo un poco más. Sabíamos que no era la recomendación pediátrica, pero ver que mejoraba nos daba fuerzas para seguir con el sacrificio y el dolor de las extracciones y las horas en vela.

  • RECOMENDACIÓN:

Nuestra recomendación para este caso es poner muchas veces al bebé al pecho durante esos primeros días, si toma lactancia materna, despertarlo por las noches y no dejar pasar más de tres horas sin que coma. Y si aún así, no ha llegado al peso de nacimiento, suplementar con leche materna, inicialmente, si es posible. Siempre según recomendación pediátrica.

Las extracciones manuales suelen ser más amables que con el sacaleches. Estas últimas, si se hacen con frecuencia al principio, pueden hacer rozaduras. El mejor extractor es el bebé, así que: teta, teta, teta, sin horarios y con mucha frecuencia.

Para saber si el bebé está comiendo, además de ir cogiendo peso, en el día a día deberían darse los siguientes puntos:

  • Comer entre 8 y 12 veces al día
  • Mojar el pañal (pipí) entre 6 y 8 veces al día
  • Hacer entre 3 y 4 cacas al día
  • Estar feliz

CRISIS DE LOS 15 DÍAS

A los 15 días del nacimiento del bebé suele haber una crisis de lactancia en la que se necesita regular la producción de leche. A veces el bebé llora, demanda pasar más tiempo en el pecho o con más frecuencia, y tenemos la sensación de que no tenemos bastante leche. Más info. sobre la crisis de los 15 días.

  • NUESTRA EXPERIENCIA:

A Baby O. se le juntó la recuperación del peso en la que le dábamos los suplementos con una mayor demanda que hizo que cada toma comiese de ambos pechos. Lo que me hacía dudar de si vaciaba del todo cada pecho, pero parecía que ella se quedaba saciada y feliz.

  • RECOMENDACIÓN:

La recomendación es mantener las tomas con la frecuencia que demande el bebé para adaptar la producción, confiar en el cuerpo y si el bebé está cogiendo peso y sigue los puntos anteriores, es que todo está yendo bien.

CRISIS DEL MES Y MEDIO

De nuevo, otra crisis de producción en la que el bebé aumenta la demanda.

  • NUESTRA EXPERIENCIA

Baby O. aumentó la demanda y disminuía el tiempo entre tomas, pero sabía que había una crisis más o menos en ese momento y no fue nada alarmante. A estas alturas ya succionaba con fuerza, había cogido peso, tenía la cara redondita y se notaba como iba tragando bien, así que pasar más horas amamantando ya fuese de noche o de día, compensaba por verla sana y feliz.

  • RECOMENDACIÓN

La recomendación en este momento sigue siendo: teta, teta, teta.

CRISIS DE LOS 3 MESES

A los 3 meses suele darse otra crisis de adaptación de la producción de leche para un bebé que, además, coincide con un cambio en el funcionamiento del amamantamiento. Y es que la leche ya no está preparada para salir, dejando el pecho siempre hinchado, si no que el pecho se queda blandito, y la leche tarda un poquito más en salir (se habla de un minuto o un par de minutos).

  • NUESTRA EXPERIENCIA:

En nuestro caso, solo noté que entre los 3 y 4 meses el pecho dejaba de estar tan cargado antes de la toma, había reducido algo de tamaño y estaba más blandito.


Nuestra recomendación para cualquiera de los momentos críticos de la lactancia, así como para las crisis de lactancia es tener mucha paciencia. La prolactina (hormona de la lactancia) se regula por la noche, así que es importante mantener las tomas en horario nocturno para regular la producción, poner al bebé al pecho con frecuencia durante todo el día, confiar en el cuerpo humano y sobre todo, no dudar en consultar con los profesionales ante cualquier duda, tanto con pediatras como con matronas expertas en lactancia.

Dependiendo de lo que se extienda la lactancia, se pueden encontrar muchas más crisis, como indica la experta Alba Padró, la mayoría de ellas relacionadas con la adaptación de la producción a la demanda del bebé.

En nuestro caso, no hemos considerado que hayamos tenido más momentos críticos en la lactancia, salvo las dificultades de introducción de la alimentación complementaria que contaremos más adelante.



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