SALUD MENTAL EN EL EMBARAZO

SALUD MENTAL EN EL EMBARAZO

El embarazo es un momento de cambios tanto físicos como emocionales. Los cambios físicos suelen ser evidentes y siempre son controlados por matronas y ginecólogos, pero no siempre se presta atención a la salud mental. A menudo, la atribución en las variaciones emocionales se achaca a las hormonas sin darle más importancia, pero la salud mental es crucial para la tranquilidad de la madre y del bebé, por lo que será importante consultar con los especialistas sobre cualquier cambio, para buscar siempre el bienestar de ambos.

La importancia de la salud mental durante el embarazo:

  1. Impacto en el bebé: Los estudios han demostrado que el estado emocional de la madre durante el embarazo puede influir en el desarrollo del bebé, tanto durante el embarazo como después del parto. El estrés y la ansiedad no controlados pueden aumentar el riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer, así como afectar el desarrollo cerebral del feto.
  2. Cambios hormonales: Durante el embarazo, las hormonas experimentan fluctuaciones significativas que pueden afectar el equilibrio emocional. Estos cambios pueden desencadenar síntomas de ansiedad o depresión en algunas mujeres.
  3. Adaptación a la maternidad: El embarazo conlleva una serie de cambios en la vida de la mujer, y la adaptación a la maternidad puede ser un desafío. La preocupación por el parto, el cuidado del bebé y los cambios en la relación de pareja pueden generar estrés.
  4. Cambios físicos: Los cambios físicos durante el embarazo y en el postparto muchas veces provocan estrés y frustración en algunas mujeres, que no han asimilado ese cambio del cuerpo y no se reconocen tras el parto.

En nuestro caso, vivimos el proceso previo con cierta tranquilidad, confiando en los avances de la ciencia y con apoyo mutuo, no pudiendo evitar cierto nerviosismo con cada test de embarazo.

El embarazo fue generalmente tranquilo, a excepción de los sustos por los accidentes de tráfico y los sangrados, pero éramos conscientes de que el reposo y la tranquilidad ayudaban a mejorar la situación.

Y a priori, el parto me asustaba personalmente en los meses previos, pero la información y la formación de los cursos de preparación cambiaron mi punto de vista y me relajaron muchísimo.

El peor momento lo vivimos al final del embarazo con algunas crisis que parecían bajadas de tensión o agobios antes de dormir sin explicación alguna y en el postparto, por una gran anemia que sufrí y cuya debilidad me afectaba anímicamente. Con las semanas y la recuperación física, todo volvió a la normalidad.

A pesar de conocer la información y las posibles consecuencias de todo, vimos la magnitud de la situación cuando la vivimos de primera mano, por eso, recomendamos que se valore mucho la ayuda de matronas, ginecólogos y personal sanitario. El equipo sanitario puede ser el puente para facilitar ejercicios de relajación, participar en grupos de apoyo o, en última instancia, conseguir ayuda psicológica.

En resumen, cuidar la salud mental durante el embarazo es fundamental para el bienestar tanto de la madre como del bebé durante el embarazo y después del parto. No dudes en buscar apoyo psicológico cuando lo necesites y recuerda que pedir ayuda es un signo de fortaleza. Tu bienestar emocional es esencial para un embarazo saludable y una transición más suave hacia la maternidad. ¡No estás sola en este viaje!



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