SÍNTOMAS DURANTE EL EMBARAZO

SÍNTOMAS DURANTE EL EMBARAZO

A lo largo del embarazo vivimos diferentes cambios físicos, hormonales y emocionales que provocan sintomatologías varias.

Algunos de estos síntomas nos hacen sospechar del inicio del embarazo, otros, que se acerca el final de embarazo, y muchos de ellos, pasan a ser un recuerdo de estos meses de dulce espera.

Estos fueron alguno de los síntomas que viví en cada trimestre de mi embarazo y que se repiten en muchas embarazadas:

1º TRIMESTRE – HASTA LA SEMANA 14

Manchados – los manchados suelen ser gotitas (poca cantidad) de color marrón, que vemos en las braguitas o al hacer pipí. A veces, es muy común al inicio del embarazo y pueden ser una señal de implantación. No tienen que suponer nada grave, aunque siempre es mejor comunicarlo al ginecólogo/a para asegurarse que todo está bien.

Sangrados – los sangrados suelen ser un poco más abundantes y de color rojo o rosado. En pequeña cantidad puede deberse a la implantación, pero en el caso de grandes cantidades (como una regla), puede ser señal de algo más grave. Yo sangré varias veces durante el embarazo, y con la más abundante, fui a urgencias sin dudarlo y resultó ser un hematoma intrauterino por el que estuve algunas semanas en reposo. Mi recomendación es siempre consultar con los especialistas sin esperar mucho tiempo, y en el caso de sangrados abundantes, acudir a urgencias.

Palpitaciones en la barriga – las noté varias veces en las primerísimas semanas y sabía que era imposible notar las palpitaciones del feto en aquel momento. Pronto descubrí que existe un mayor bombeo de la sangre hacía el útero para ayudar a que todo funcione, y me tranquilizaba sentirlas.

Vómitos – es uno de los síntomas más característicos del embarazo. Suele darse por las mañanas o en las comidas, muchas veces alentados por los olores o sabores. Por suerte, en mi caso no los sufrí.

Malestar y sensación de angustia – sufría esta sensación a menudo en el primer trimestre, y se agudizaba con el calor, el hambre y por haber comido de más.

Peores digestiones – me costaba más hacer la digestión, me sentía más hinchada, molesta, con mayor sensación de angustia, y con el reposo y los largos días en el sofá empeoraban, generando presión en los laterales de la barriga.

Asco a ciertos alimentos – empecé a notar que el huevo y el queso olían desagradable, más fuerte de lo normal, y que no me apetecían, de hecho, me molestaban.

Pinchazos y molestias – era muy normal tener molestias o pinchazos en la barriga e ingles. Parece que es normal todo este tipo de incomodidades, porque el cuerpo está haciendo espacio para el crecimiento del bebé. En mi caso, se repetían a diario y eran más intensas en la parte derecha donde tengo las cicatrices de las operaciones (hernia y apendicitis) por posibles fibrosis.

Barriga hinchada – tenía la barriga y el estómago más hinchados. No paraba de mirarme con la duda de si sería simple hinchazón o la barriga de embarazo que empezaba a asomar. La retención de líquidos, las hormonas, los cambios intestinales o el propio cuerpo haciendo espacio son algunos de los motivos que producen esta hinchazón, sobre todo, al final del día.

Pechos más grandes – también iban creciendo los pechos y molestaba llevar mucho tiempo el sujetador. Pronto tuve que comprar sujetadores de alguna talla más.

Sueño y cansancio – el sueño es otro clásico indicador del embarazo. Se nota la falta de energía durante el día. Yo en mi caso, notaba un sueño abrumador que me invadía al llegar a casa tras el trabajo y que me dejaba K.O. en el sofá, casi sin darme cuenta.

2º TRIMESTRE – DE LA SEMANA 14 A LAS 28

Picores en el cuerpo – es también conocido como prurito que aparece por el pecho, la barriga y los muslos, y es ocasionado por el estiramiento de la piel y los cambios hormonales. En mi caso, los picores empezaron sobre la semana 12 y eran muy intensos. Empezaron en el pecho, pero se fueron extendiendo por la barriga. Ya me ponía crema antiestrías, porque el aceite de almendra recomendado no me parecía nada agradable y manchaba la ropa, pero ninguna funcionaba, así que tuve que acudir al dermatólogo que me facilitó una crema específica para los picores con una baja dosis de corticoides.

Sueño – el sueño me acompañó casi hasta la semana 20.

Movimientos fetales – Empecé a notar como alguna burbujita en la parte baja de la barriga alrededor de la semana 18. Ya me habían hablado de esas burbujitas, que parecían ser el previo a notar los movimientos del bebé. Estaba expectante para empezar a notar algo más. Durante dos semanas estuve notando esas burbujitas, hasta que llegó una “fuerte” sacudida en la barriga, que se repitió al poner la mano encima. A partir de ese momento, los movimientos se repetían a diario, sobre todo por las noches y cuando estaba más tranquila.

Malestar – volvía a notar malestar, como en el primer trimestre, algunos días, sobre todo tras las comidas, con más hinchazón de barriga y la falta de espacio, con una barriga creciente.

Molestias al dormir – hacia las 24 semanas, empezaba a tener molestias al dormir. El peso de una pierna sobre la otra me molestaba en las rodillas y también en la espalda por estar de lado, con la barriga que no llegaba a estar apoyada bien sobre la superficie de la cama y estar con una mayor inclinación para que llegase a estarlo. En la cama empecé a usar el cojín de embarazo para aliviar el dolor de las rodillas y ayudarme a corregir la postura y el dolor de espalda durmiendo abrazada él.

Calambres y pinchazos – calambres desde el ombligo al pubis, por lo que parecían ser contracciones por el movimiento o esfuerzos mayores. Y también pinchazos en la barriga e ingles por el crecimiento de la barriga.

Molestias en la espalda – ocasionadas por el aumento de peso y por las posturas inadecuadas. Me pasó en muchas ocasiones por sentarme más curvada y apoyar más peso en el coxis.

Sangrado de encías y narizlas encías sangrantes y también la nariz al sonarme por la mayor presión sanguínea, junto con la heparina, era algo que me pasaba a menudo durante el embarazo.

Posiciones dolorosas del bebé – en un momento del embarazo noté como un pinchazo al girarme en la costilla derecha bajo del pecho, una sensación como de crujido que se clavaba en el cuerpo. Esa molestia se empezó a repetir de forma habitual durante la semana y se unía al dolor en la parte alta de la espalda, en la zona dorsal. Parece ser que la bebé estaba acoplada a mi cuerpo de tal forma que me clavaba parte de sus extremidades. Eso, junto a la apertura de costillas para hacer espacio al crecimiento de la bebé, provocaron gran parte de las molestias durante el segundo trimestre.

Ardor de estómago – tal vez por la presión del bebé, las posturas, o el desplazamiento del diafragma, además de algunos alimentos, como los zumos de naranja o piña, provocaban esos ardores.

Despertares nocturnos – alguna noche empezaba a despertarme de más por la incomodidad o dolor entre las piernas, incluso usando el cojín.

Rampas – al final del segundo trimestre empezaron las rampas. Parece ser que pueden darse por falta de hidratación y también por la bajada de reservas del potasio, porque la bebé se quedaba gran parte de las mías.

3º TRIMESTRE – DE LA SEMANA 28 HASTA EL FINAL DEL EMBARAZO

Casi todos los síntomas del 2º trimestre los seguí sufriendo durante el 3º trimestre: rampas, pinchazos, calambres, pinchazos, molestias al dormir, ardores, dolor de costilla y dorsal, etc. Y además, los siguientes:

Ansiedad – en algún momento puntual noté una sensación de falta de aire y un leve mareo, tal vez era sensación de ansiedad, pero cogí la técnica de desviar mi atención para que el agobio por no sentirme bien no fuese a más y funcionaba.

Contracciones de Braxton Hicks – cada semana era más común notar las contracciones mientras andaba o incluso sentada, y mucho más con nervios o esfuerzos. Se ponía la barriga dura, incluso apepinada, con presión en la parte alta y baja. Pasaba cuando paraba lo que estuviese haciendo, me relajaba o me tumbaba.

Dolor de costilla y dorsal – el dolor en la costilla y dorsal en la misma zona seguía acompañándome, lo que quería decir seguramente, que la bebé no había bajado suficiente. Las molestias eran mayores en los momentos de conducir, cocinar o lavar los platos y ese tipo de posturas.

Pinchazos – hacía el final del embarazo empezaron los pinchazos como en la parte interior de la vagina acompañados de presión en la parte baja de la barriga y calambres en la zona interior del muslo. Todo normal, la bebé estaba haciendo espacio a través del canal de parto, colocándose y empezando a dilatar.

Movimientos fetales – los movimientos de la bebé eran más intensos, más fuertes y algunas veces dolorosos.

Aunque parecen muchos síntomas y negativos, en realidad son muy normales en el embarazo y corresponden a esos cambios y adaptaciones del cuerpo. No obstante, ante cualquier duda, cualquier síntoma y sobre todo, ante cualquier molestia, recomiendo consultar con las matronas y los servicios de ginecología. Ellos mejor que nadie, y dependiendo de cada historial, podrán conocer mejor las causas y las recomendaciones más adecuadas.

Mi embarazo, a excepción de los sangrados del primer trimestre ocasionados por el hematoma intrauterino, que fue más grave y nos asustó mucho, fue muy normal y yo me encontraba muy bien. Por mi historial siempre tuve riesgo de parto prematuro, pero estaba muy controlada. Así que cuando pasé el riesgo de aborto del primer trimestre, y el buen estado del que gozaba en el segundo trimestre, me relajé y disfruté.

¿Cómo fue tu embarazo? ¿Cuál era el peor síntoma? ¿Cuál recuerdas con más cariño?



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