VIENA EN NAVIDAD CON BEBÉS

VIENA EN NAVIDAD CON BEBÉS

Nos encanta viajar y la navidad y somos unos apasionados de los mercadillos navideños, así que, con 5 meses, Baby O. subió por primera vez en avión para visitar Viena. Una experiencia desafiante, ¡pero Viena en Navidad lo hizo totalmente mágico y memorable!

Tenemos que decir que, por una parte, sufríamos un poco por viajar con un bebé tan pequeño a otro país, con temperaturas muy frías y con nuestra corta experiencia como padres, pero todo salió perfectamente y nos animó a seguir viajando.

Preparativos para el viaje a Viena en Navidad

La preparación de las maletas puede resultar estresante, y más con un bebé. Las necesidades cambian y el espacio es vital para llevar todo lo que pueda necesitar.

Lo primero y fundamentar es asegurarse de llevar ropa de abrigo y adecuada para un bebé en esas temperaturas. Baby O. iba vestida con bodi, leotardos, calcetines, ropa térmica o felpadita, con un buzo y con gorrito orejero. Nuestra recomendación es que el buzo sea calentito por dentro y repelente al agua por fuera. Hay que pensar que es fácil que nieve, por lo que mejor llevar ropa extra y vestir por capas.

Nosotros nos llevamos una silla ligera de Cybex Twist, en la que el bebé puede ir mirando hacia delante o hacia detrás, su tamaño plegada es apta para cabina, tiene suspensión a las 4 ruedas (lo mejor para pasear por las calles empedradas de Viena) y se tumba totalmente en horizontal, que es lo recomendado para bebés menores de 6 meses. Baby O. solo tenía 5 meses y queríamos ir viéndola para asegurarnos que estaba bien. Además, también nos llevamos un saco calentito para el carro y plástico de lluvia que sirvió para protegerla  del viento frío. Además, teníamos una funda de la sillita ligera, que usamos para protegerla en el aeropuerto.

Alojamiento y comodidades para bebés

Antes de aventurarnos en esta escapada navideña, nos preparamos concienzudamente. Elegimos el Hotel Highline Suits a solo 5 minutos del centro. Este hotel ubicado estratégicamente para explorar la ciudad a pie, ofrece suites espaciosas con muchas comodidades, como una pequeña cocina equipada (microondas, nevera, fregadero), lo que nos permitía cenar en el hotel para respectar las horas de sueño de Baby O. y refugiarnos del frío a partir de las 7 de la tarde.

Pedimos una cuna de viaje baby O. y el hotel nos ofrecía productos adicionales para ella, como gel y champú para bebés, además de sus propias toallas.

El hotel disponía de leche de soja (seguía en lactancia y sin tomar leche de vaca).

Como plus, el hotel ofrecía a sus huéspedes ponche navideño gratis en la misma recepción.

Aspectos logísticos

A pesar de la buena ubicación del hotel, realizamos algunos desplazamientos en metro y tranvía, ambas opciones eran prácticas para realizarlas con carrito.

Uno del os días, nos levantamos y estaba nevando, por lo que decidimos realizar un traslado en taxi, en los que no es obligatorio llevar sillita y el bebé puede viajar en brazos

Del aeropuerto al centro de la ciudad existe un tren, pero también se pueden contratar traslados particulares para llegar directamente a la puerta del hotel y facilitar la llegada con el bebé, el carrito, las maletas y todos los demás objetos. Nosotros elegimos esta opción, por ser nuestra primera vez viajando con Baby O. y todo el despliegue necesario para ella.

Explorando Viena con un bebé

Durante el día, nos aventuramos por los pintorescos mercadillos navideños de la ciudad. Probamos el ponche navideño sin alcohol y disfrutamos de la gastronomía local mientras Baby O. disfrutaba de estar visitando diferentes sitios con luces y música.

A las 4 de la tarde era totalmente de noche, por lo que Baby O. reguló su ciclo circadiano y a las 7 estábamos en la habitación con ella durmiendo. Llegábamos pronto por la tarde al Hotel para descansar y cenar en la habitación tranquilamente con comida que nos traíamos de los mercadillos navideños o pidiendo comida a domicilio que nos entregaban en la puerta de la habitación. 

Recomendamos los tours turísticos por la mañana, porque por la tarde hace mucho frío para los bebés, aunque las luces de Navidad es mejor verlas de noche, a las 4:30 se pueden visitar y aún no hace tanto frío

Consejos útiles para padres viajeros

Es recomendable llevar juguetes para los momentos de avión. Nosotros tuvimos suerte y se durmió la mayor parte de los dos trayectos.

El aeropuerto de Viena es Baby friendly, tiene carritos de bebé a la llegada y cintas, específicas de seguridad para familias con bebés y carritos

Nosotros viajamos con tarjeta sanitaria europea y seguro de salud privado con certificado de cobertura sanitaria, aunque no nos hizo falta ningún momento. También llevamos termómetro y Apiretal por si había cualquier imprevisto

Una lección importante que aprendimos fue adaptarnos a los horarios y necesidades de nuestro bebé. Las tardes se volvían muy frías, así que regresábamos al hotel temprano, pero intentábamos salir pronto por las mañanas.

Hicimos innumerables visitas a Starbucks, donde podíamos encontrar leche de avena para tomar algo caliente y aprovechar los cambiadores de bebe para hacer las tomas calentitos. 

Las estaciones de metro, equipadas con baños y cambiadores de bebés, fueron un gran recurso para atender las necesidades de Baby O. durante nuestros paseos. Los cambiadores tenían estufa, para que los bebés no se enfriaran durante el cambio, ¡un gran invento! El acceso a los baños no era gratis, tenían coste, 0,50€.

Usar una mochila para portear, especialmente en días nevados, resultó ser una solución práctica cuando las calles empedradas dificultaban el uso del carrito Nosotros usamos la mochila Ergobaby Adapt, que por su ergonomía y sujeción nos permitía ir cómodos y sin dolor de espalda.

La crema para la cara de bebés fue un básico, porque con el frío y las babitas se le ponía muy roja.

La lactancia materna es comúnmente aceptada en sitios públicos.

Como pasamos cinco noches fuera, dejamos la compra de pañales para nuestra llegada y así ir menos cargados y con más espacio en la maleta para ropa gordita. Usábamos pañales Dodot Sensitive, que fuera de España se puede encontrar como Pampers.

Afortunadamente, Viena es una ciudad acogedora para las familias con bebés. Desde atracciones turísticas donde el bebé no paga entrada hasta la disponibilidad de productos y servicios para bebés en los lugares públicos, la ciudad se adaptó perfectamente a nuestras necesidades.

¿Qué ciudad recomendarías tú?

Esta es la guía de atracciones y monumentos turísticos a visitar que nosotros usamos, por si es de tu interés.



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