enero 18, 2023

¿QUÉ LLEVAR EN LA BOLSA DEL HOSPITAL?

Esta es la eterna duda que nos invade a los futuros papis, y sobre todo a las embarazas, antes del gran día.

¿Qué me hará falta? ¿Qué me proporcionará el hospital? ¿Me llevo camisones o pijama? ¿Y ropita para el bebé?

Nosotros conseguimos hacernos una extensa lista recapitulando información de entre los cursos de preparación al parto, algunos blogs, las listas de las tiendas de puericultura y nuestras costumbres de los viajes.

Una vez hecha la lista, la compartimos en el móvil. Cuando preparamos la bolsa, en la semana 36, dejamos desmarcado las cosas que quedaban pendientes que debíamos coger en el último momento.

Esta es una opción de lista amplia, para hospital público y muy válida para hospital privado, ya que en algunos de los hospitales privados suelen proporcionar menos productos.

Para la mamá:

Cartilla de embarazo – para que el personal de atención al parto tenga toda la información a la llagada al hospital.
Documentación – DNI, tarjeta sanitaria o tarjeta de seguro médico y libro de familia. Puedes ver todos los documentos necesarios en el post de Los Trámites al nacimiento del bebé.
3 camisones – en los hospitales públicos y en muchos privados no son necesarios, porque te facilitan los camisones abiertos. Si vas a dar a luz en hospital privado y te apetece verte mejor en algún momento, puede ser buena opción llevar algún camisón abierto, en caso de lactancia materna. Los ingresos en partos normales suelen ser de 48 horas, por lo que recomendamos 3 camisones, uno para cada día y uno extra por si se mancha, que es lo que suele pasar con los abundantes sangrados del postparto.
Bata – en los hospitales muchas veces tienen el aire acondicionado a tope de frío, por lo que no está demás llevar una bata para taparse. De nuevo, el hospital público suele facilitarlas, si las solitas.
Chanclas – ¿y en invierno? ¡también! Muy recomendables para la preparación al parto. En el momento que te pones de parto y vas al hospital, aún tendrás que moverte para seguir dilatando, si no has roto la bolsa, seguramente lo hagas allí y caerá el líquido de la bolsa y restos de sangre, así que mejor que caiga sobre las chanclas, que son fácilmente lavables, que sobre las zapatillas de ir por casa.
Zapatillas de ir por casa – tras el parto, agradecerás ir cómoda por la habitación.
Braguitas desechables – se recomiendan braguitas desechables para los loquios (expulsión de sangre, placenta, etc). Tras el parto, ya sea cesárea o parto vaginal, el cuerpo expulsará gran cantidad de sangre para deshacerse de todo el envoltorio que protegía la bebé durante estos meses, por eso, será necesario el uso de compresas mega absorbentes. El hospital suele facilitar estas compresas postparto especiales. Es fácil que las braguitas se manchen de sangre, que es difícil de quitar y además, las compresas son enormes y no suelen caber en las braguitas de tu talla habitual. También puedes comprar braguitas varias tallas más grandes y baratas, por si acabas tirándolas, por ejemplo, de Primark. Yo use braguitas desechables de Prenatal, son como de red (tipo vendas), pero muy útil para esos primeros días en el hospital con las maxi compresas.
Ropa para el día de salida del hospital – ten en cuenta que seguirás necesitando ropa premamá o más holgada, aunque salgas con un buen peso extra menos.
Sujetadores de lactancia – en caso de querer dar el pecho, para facilitar la lactancia.
Discos de lactancia – para en el caso de que suba la leche y haya una buena eyección. Normalmente, la subida de la leche suele darse a partir de las 48 horas, por lo que normalmente se da en el momento que llegas a casa. Pero si queda espacio en la bolsa, puede ser una buena opción cogerlos, por si pasas más días en el hospital.
Compresas postparto – las facilitan en el hospital y son enormes y absorbentes, pero puedes llevarte tus propias compresas o compresas postparto, si prefieres probar alguna alternativa que creas más cómoda.
Medicación – normalmente, el hospital será el responsable de administrar toda la medicación necesaria mientras se está ingresada, pero no está de más llevar la medicación que se necesite. Yo me llevé mis vitaminas de embarazo, el hierro porque eran botellas bebibles me sentaba bien (mejor que las pastillas) y también la heparina, aunque me la administraron directamente en el hospital.
Bolsa de aseo – como en los viajes, es requerible llevar jabón, colonia, cepillo, importante una goma para el pelo (será más cómodo el pelo recogido para el parto), bálsamo labial, colonia, cepillo de dientes, etc.
Bolsa de maquillaje – fue una recomendación del curso de preparación que no entendí muy bien. Y cuando llegó el momento de verme en el espejo tras el parto, amarilla por la anemia, y con pocas fuerzas, me acordé de la recomendación. Verte bien físicamente, incluso con buen color de cara y arreglada (si así lo sueles hacer en tu día a día), puede ayudarte anímicamente en esos días tan oscilantes, emocionalmente.
Crema antiestrías – es el momento de empezar a volver al estado previo al embarazo, así que la crema antiestrías será un buen aliado desde el momento cero para hidratar la piel.
Cargador móvil – súper importante para estar conectada con el mundo exterior y poder mandar las primeras fotos del bebé.
Música – puede ser útil llevar una lista de música en el móvil u otro dispositivo, para reproducirla durante la dilatación que te ayude a bailar, a relajarte o distraerte, ayudando a dilatar y no pensar en el dolor o la espera. ¡Y lo mismo para el acompañante!
Auriculares – para no molestar con la música a otras embarazadas y acompañantes.

En el momento de la dilatación y del parto, no se recomienda llevar maquillaje, ni laca de uñas, para que los sanitarios puedan ver a simple vista las constantes vitales de la mamá. Tampoco joyas ni nada metálico. Todo esto, lo explicamos mejor en le post de preoperatorio y anestesia, que es válido para cualquier intervención o parto, puesto que supone el paso por un quirófano.

Para el/la bebé:

Pijamitas – en el hospital público y en la mayoría de privados te facilitan la ropita del bebé, pero también puedes llevar la tuya si te hace ilusión, para el recuerdo de las primeras fotos con la ropita de primeras puestas. Lo importante es que sea ropita cómoda para el bebé y para los papis. Si se abre por delante será un plus muy valorable.
Gorrito – solo es útil para las primeras 6-8 horas de vida, que es cuando más calor pueden perder, porque es un cambio brusco cuando salen de la barriguita. Después de esas horas, ya empiezan a regular el calor ellos solitos.
Ropita de bebé – para el día de salida.
Arrullo – para envolver al bebé el día de salida.
Sillita del coche – si vas a volver a casa en coche.
Carrito de bebé o mochila/fular de porte – si vuelves a casa andando con el bebé.
Pañales, toallitas, gel – lo suelen facilitar todo en el hospital, tanto público como privado, pero si quieres usar alguno específico, puedes llevarlo contigo.
Crema del culete – no suele hacer falta en esos primeros días y lo recomendado por los profesionales es no usar si no hay motivo para hacerlo.
Cepillo del pelo – esto no lo suele facilitar el hospital y si el bebé sale con buena mata de pelo, puede ser útil

Para la pareja o acompañante:

Documentación – DNI, tarjeta sanitaria y documentación para inscripción del bebé
Ropa de recambio – por si no puede salir a casa a cambiarse y ducharse, poder hacerlo por lo menos en el hospital
Pijama – en caso de quedarse a dormir y preferir estar más cómodo/a
Zapatillas de ir por casa – para estar más cómodo/a durante la estancia
Bolsa de aseo – para poder asearse y refrescarse.
Cargador de móvil – para avisar a los abuelitos y el resto de la familia cómo va todo y de la llegada del bebé.
Auriculares – para no molestar a los vecinos
Cojín para el cuello – por si va a dormir en un sillón, igual ayuda a coger mejor la postura.
Una buena cámara – para recoger los mejores momentos del recién nacido.
Algo de comer – por si no puede salir a la cafetería o hasta casa.

No olvidar poner en la bolsa mucha paciencia, comprensión y amor. Va a ser la última vez que salgáis por la puerta de casa siendo una pareja, para volver siendo una familia.