EL CAMINO DE LA FERTILIDAD: NUESTRA EXPERIENCIA CON EL ABORTO
Durante este tiempo, hemos compartido nuestra travesía personal a través del tratamiento de fecundación in vitro. A lo largo de este viaje, hemos enfrentado desafíos y alegrías, y hemos aprendido que la fertilidad es un camino lleno de altibajos. En el camino, puede haber momentos especialmente difíciles, como el aborto. Aunque esta es una conversación difícil de tener, creemos que es importante ser honestos acerca de todos los aspectos del proceso de fertilidad.
El aborto es un tema delicado y emocionalmente cargado que afecta a muchas parejas que pasan por tratamientos de fertilidad. A pesar de que no todos los abortos están relacionados con la infertilidad, para nosotros fue una parte dolorosa de nuestro viaje. Experimentar un aborto puede ser devastador y desgarrador, pero también es importante recordar que no estás solo en este proceso.
Tras la tercera transferencia embrionaria, lamentablemente, nos enfrentamos a un aborto. Fue un momento de profunda tristeza y confusión. A pesar de que habíamos invertido tiempo, esfuerzo y emociones en nuestro tratamiento, la naturaleza tenía otros planes para nosotros. Estábamos tremendamente felices, porque parecía que al fin el tratamiento había funcionado y habíamos conseguido el esperado embarazo, pero de repente apareció un pequeño manchado que nos hizo sospechar que algo no iba bien. Las ecografías confirmaron lo peor, ya no había latido. El aborto fue un recordatorio de cuán frágil es el proceso de la fertilidad y cuán impredecible puede ser.
El aborto fue una experiencia que nos dejó con muchas preguntas y emociones complejas, para la que no hay respuestas seguras y que solo el tiempo arregla. Pero también nos permitió aprender y crecer. Y como siempre hacemos, buscar el punto positivo a cualquier situación. En esta ocasión, nos centramos en el previo en vez del final, y es que habíamos conseguido quedarnos embarazados.
Compartiendo nuestra experiencia con el aborto, esperamos que aquellos que están pasando por un tratamiento de fecundación in vitro o que se estén enfrentando a dificultades en su camino hacia la MaPaternidad se sientan comprendidos y apoyados. Queremos destacar que el camino de la fertilidad es una montaña rusa de emociones, y que está bien sentirse triste, enfadado o confundido, y que lo mejor es buscar ese apoyo en la pareja, la familia o los profesionales para que sea más fácil mantenerse resilientes y positivos.
Cuéntanos tu experiencia. ¿Has pasado por algo similar?
THE FERTILITY JOURNEY: OUR EXPERIENCE WITH MISCARRIAGE
During this time, we’ve shared our personal journey through in vitro fertilization treatment. Throughout this journey, we’ve faced challenges and joys, and we’ve learned that fertility is a path filled with ups and downs. Along the way, there can be especially difficult moments, such as a miscarriage. While this is a challenging conversation to have, we believe it’s important to be honest about all aspects of the fertility process.
Miscarriage is a sensitive and emotionally charged topic that affects many couples going through fertility treatments. Although not all miscarriages are related to infertility, for us, it was a painful part of our journey. Experiencing a miscarriage can be devastating and heartbreaking, but it’s also important to remember that you are not alone in this process.
After the third embryo transfer, unfortunately, we faced a miscarriage. It was a moment of profound sadness and confusion. Despite having invested time, effort, and emotions into our treatment, nature had other plans for us. We were tremendously happy because it seemed that the treatment had finally worked, and we had achieved the long-awaited pregnancy, but suddenly, a little spotting appeared that made us suspect something was wrong. Ultrasounds confirmed the worst – there was no heartbeat. The miscarriage was a reminder of how fragile the fertility process can be and how unpredictable it is.
The miscarriage left us with many questions and complex emotions for which there are no sure answers, and only time can heal. But it also allowed us to learn and grow. As we always do, we sought the silver lining in any situation. This time, we focused on the fact that we had managed to become pregnant.
By sharing our experience with miscarriage, we hope that those going through in vitro fertilization treatment or facing difficulties on their journey to parenthood feel understood and supported. We want to emphasize that the fertility journey is an emotional rollercoaster, and it’s okay to feel sad, angry, or confused. Seeking support from your partner, family, or professionals can make it easier to stay resilient and positive.
Tell us about your experience. Have you gone through something similar?
